Higea (Higía, Hygieía, o Hygeia, en griego antiguo “salud”) es un nombre con mucho significado en la historia de la medicina, era la diosa griega de la Salud, Limpieza e Higiene, parte de una sagrada e ilustre familia mitológica: hija de Asclepio, el dios de la Medicina y la Curación (al que luego los romanos llamaron Esculapio) y, por tanto, nieta de Apolo, uno de los más poderosos y polifacéticos dioses del Olimpo y hermana de Panacea “la que todo lo cura”. Juntos se encargaban de la atención a los enfermos, Higea principalmente del cuidado del paciente, normas de limpieza y preparación de los remedios. De su nombre proviene la palabra «higiene». Su equivalente en la mitología romana es Salus.

Se la solía representar como una mujer joven de pie, coronada con una rama de laurel, vestida con una túnica ligera y alimentando una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo que bebía de una copa que portaba la diosa. Desde 1796 a la actualidad, la farmacia profesional ha utilizado como símbolo una cruz con la “Copa de Higea” en el centro, que se representa como una serpiente enroscada en un cáliz o copa. Tanto la serpiente como el cáliz son símbolos que representan la naturaleza femenina. La serpiente se asociaba en la mitología a la mujer por su naturaleza cíclica y a la medicina por su capacidad de renovación, de sanación al cambiar de piel y el cáliz era un símbolo femenino por su calidad de contenedor (de la vida) y a su vez de la farmacéutica por ser la contenedora del medicamento. La serpiente enroscada en la copa simboliza el poder del veneno, que en algunos casos puede matar, pero en otros puede curar, una vez convertido el veneno en medicamento. El nombre de Higea junto al de su abuelo, su padre y su hermana aparece todavía en el inicio del Juramento Hipocrático que como tradición se mantiene para los profesionales graduados en medicina.